Cuatro razones por las que necesitamos exámenes fiables en el África subsahariana

Escrito el 14 Sep 17 por Moses Ngware
Exámenes

 

Algo muy encomiable ha sucedido en el sector educativo en Kenia: por primera vez en años los resultados del Certificado de Educación Secundaria de Kenia (KCSE) han sido fiables.

Después de una década de resultados no fiables, el Ministerio de Educación ha demostrado a los ciudadanos de Kenia que es posible poner las cosas en su sitio. El fraude organizado generalizado había estado proyectando una larga sombra sobre los resultados de los exámenes en Kenia. Erradicar estas prácticas parecía una tarea muy difícil. De hecho, las reformas introducidas a comienzos de año provocaron revueltas estudiantiles y quemas de instalaciones escolares durante las protestas, frecuentemente cometidas por las bandas que durante largo tiempo habían estado detrás del fraude en los exámenes. 

Entre las estrictas medidas introducidas por el Ministerio de Educación para frenar el fraude y las filtraciones de exámenes, están las de hacer que los directores de las escuelas asuman responsabilidades sobre el tema, almacenar en un lugar seguro los materiales de los exámenes y centralizar su calificación. A corto plazo,  las medidas han producido los resultados deseados: resultados fiables. Esto ha provocado, entre otras cosas, una importante bajada en las calificaciones académicas. Por ejemplo, el porcentaje de estudiantes que han recibido una calificación de A  (12 sobre 12) ha caído en un 95%.

Este aumento del nivel de credibilidad de los exámenes debe mantenerse a largo plazo para que los kenianos puedan regenerar la fibra moral de su sociedad y crear las capacidades y competencias técnicas adecuadas para impulsar la economía. Sin embargo, hay que plantearse una cuestión más fundamental: ¿por qué un país necesita ante todo exámenes nacionales fiables?[1]

1. Saber lo que los estudiantes están aprendiendo

En primer lugar, necesitamos los exámenes para saber hasta qué punto los estudiantes están aprendiendo dentro del sistema educativo, especialmente desde el punto de vista de las metas educativas nacionales, de los objetivos del currículum y de la preparación para el aprendizaje futuro y la vida. Utilizando la calificación C+ ( equivalente a un 7 sobre 12) como nota de corte, sólo el 15% de los candidatos del Certificado de Educación Secundaria de Kenia (KSCE)  de 2016 han podido demostrar que dominan el contenido de la materia, lo que apenas alcanza para cubrir las plazas de las universidades, centros de formación de docentes, escuelas de capacitación médica, centros de formación técnica, academias militares y de policía de Kenia. Y todo esto, sin ni siquiera determinar si estos graduados han superado algunas de las otras metas educativas como, por ejemplo, la educación cívica. Estos resultados fiables nos indican que todavía tenemos mucho trabajo por delante si lo que queremos es educar a los jóvenes para que estén preparados para atender las necesidades sociales y económicas de nuestro país.

2. Mejorar la enseñanza y proporcionar ayuda adicional

En segundo lugar, los exámenes nacionales deben servir como evaluación de cuáles son las fortalezas y debilidades que existen en los conocimientos y competencias de los estudiantes. Este es un aspecto importante para diagnosticar las competencias de aprendizaje y para ubicar a los estudiantes en la carrera y/o vía académica correcta. Pero lo que es más importante, estos exámenes pueden arrojar luz sobre la eficacia de la docencia y servir para detectar a aquellos estudiantes que necesitan refuerzo.

Según los datos recopilados en Kenia por el African Population and Health Research Centre (APHRC), sólo 7 de cada 10 estudiantes de primaria reciben clases de matemáticas de un docente con un dominio demostrado mínimo de los conceptos matemáticos del 40% [2],[3],[4]. Esto quiere decir que los 3 estudiantes restantes se ven en situación de desventaja, ya que su docente tiene dificultades en aritmética. Si tenemos en cuenta que tenemos una población de más de 10 millones de alumnos de primaria, esto supone que más de 3 millones de estudiantes reciben clases de docentes que por sí mismos no cuentan con las competencias necesarias para enseñar matemáticas.

Puntuaciones medias de los docentes de escuela primaria en conocimientos de docencia y contenidos de matemáticas en grandes centros urbanos en Kenia
Figura 1: Puntuaciones medias de los docentes de escuela primaria en conocimientos de docencia y contenidos de matemáticas en grandes centros urbanos en Kenia - Fuente de los datos: APHRC

En estos momentos, sabemos que los estudiantes que alcanzaron una puntuación de E (equivalente a un 1 sobre 12) en sus exámenes de graduación (6 de cada 100) estaban teniendo dificultades para avanzar dentro del sistema. Se debería haber intervenido mucho antes sobre estos estudiantes para que hubiesen podido conseguir mayores conocimientos y competencias. Casi 5 de cada 10 estudiantes que consiguieron una calificación de D (3 sobre 12) )o D- (2 sobre 12) podrían describirse como estudiantes que están colgando de un hilo. Tienen potencial pero parece que lo que reciben de la escuela y de sus hogares no es suficiente para ayudarles a adquirir las competencias necesarias. 

Hay que señalar que lo que los estudiantes han demostrado es una acumulación de aprendizaje, desde el mismo comienzo de su educación preescolar y de primaria, en donde adquirieron los conocimientos y competencias fundamentales. Después de los exámenes de graduación es ya demasiado tarde para intervenir, y ésta es la razón por la que las evaluaciones de diagnóstico deberían realizarse mucho antes. 

3. Comprender y abordar las desigualdades

En tercer lugar, las evaluaciones nos pueden ayudar a comprender las desigualdades que existen en los resultados del aprendizaje por subgrupos tales como el sexo, la región geográfica y la clase social. Sería gravemente preocupante para el público y el ministerio si, por ejemplo, el 51% de los estudiantes que reciben una calificación de D o E proviniese principalmente de determinadas regiones geográficas, o de zonas de gran pobreza como por ejemplo, barrios marginales o de una determinada clase social o de un sexo determinado. Ello exigiría una intervención específica inmediata para mejorar la calidad de la educación de dicho grupo.

A medida que se vayan recibiendo resultados más detallados por parte del órgano examinador se irá desvelando la desigualdad de los resultados del aprendizaje, utilizando como aproximación los resultados del KSCE. Por ejemplo, sabemos que el 57% de las personas que han alcanzado una calificación de C+ (7 sobre 12) y que, por consiguiente, pueden acceder a la universidad, son chicas.  Esto es encomiable, ya que durante mucho tiempo las niñas han estado por detrás a la hora de tener oportunidades de acceso a la educación, pero si dicha situación de desequilibrio no se aborda durante largo tiempo o si la diferencia se amplía, se plantearían dudas sobre la calidad de las experiencias educativas de los niños.

4. Identificar los factores que ayudan al aprendizaje del estudiante

Cuarto, aunque podrían hacer falta más datos, los resultados de los exámenes podrían utilizarse para preguntarse qué factores están asociados al aprendizaje de los estudiantes. En el pasado, los resultados del KSCE se han utilizado principalmente para determinar quién va a la universidad, pero esta es una visión de corto alcance. El análisis por parte del APHRC, corroborado también por otros análisis locales e internacionales, muestran que los datos de los exámenes pueden emparejarse con datos sobre la calidad de la docencia, la calidad de los materiales de aprendizaje, el apoyo parental, el estilo de liderazgo de los directores, el comportamiento de los estudiantes al entrar en la escuela y otros muchos temas contextuales, para identificar los determinantes principales del aprendizaje del estudiante.[5] Los resultados 2016 del KCPE indican claramente que algunos de estos factores requieren un estudio más en profundidad si queremos que los estudiantes adquieran las competencias necesarias.

Patrones de los resultados del KCSE, 2014 - 2016
Figura 2:  Patrones de los resultados del KCSE, 2014 - 2016 - Fuente de los datos: Datos KCSE procedentes de diferentes fuentes online secundarias; véase http://elimuonline.com/Schools.

Además, el análisis del APHRC muestra también que los estudiantes con bajo rendimiento son los que tienen más posibilidades de desarrollar un comportamiento antisocial y agresivo como, por ejemplo, consumo de drogas y otro tipo de sustancias, el acoso escolar y la participación activa en actividades destructivas dentro y fuera de la escuela.[6] Otros usos de los resultados del KCSE podrían incluir comprobar si se están cumpliendo las normas del ministerio a la hora de proporcionar los recursos educativos. Por ejemplo, el ratio de manuales de texto de los estudiantes, que en algunas escuelas es de 5:1 en lugar de 1:1; el equipamiento de laboratorio; el ratio docente/estudiante; y el ratio docente/aula, entre otros.

De ser fiables, los resultados de los exámenes nos hablan también de cómo ha cambiado el aprendizaje de los estudiantes a lo largo del tiempo. De momento, es difícil llegar a una conclusión sobre si el aprendizaje está mejorando simplemente comparando los resultados de 2016 con los falsos resultados de antaño. Sin embargo, si los exámenes de 2017 siguen el mismo camino, será posible realizar entonces una mejor comparación y obtener conclusiones sólidas sobre cómo realizar avances en el aprendizaje.

Lecciones aprendidas

Los exámenes escolares 2016 en Kenia nos han enseñado lecciones que podrían ser aplicables a otros países en el África subsahariana. Una dinámica eficaz ha sido la metodología multisectorial. Los ciudadanos de Kenia han visto como los funcionarios de otros ministerios, como los de seguridad y comunicaciones, se han unido a sus compañeros del Ministerio de Educación para conseguir que el proceso sea un éxito. Estos esfuerzos podrían ampliarse a otras áreas en las que se realicen evaluaciones, incluyendo los centros de formación de docentes, las escuelas de capacitación médica, centros de formación técnica y universidades, en donde casos concretos y datos procedentes de la administración demuestran que el fraude y las filtraciones de exámenes se encuentran igualmente a la orden del día.

La otra lección fundamental es que es posible reformar el sector educativo y trabajar para conseguir las metas educativas nacionales. El proceso de reformar los exámenes ha hecho que cunda el optimismo entre el público al ver que el Ministerio de Educación se está tomando en serio el asunto y que está dispuesto a dirigir de manera eficaz y eficiente el sector educativo. El ministerio deberá a su vez confiar en los kenianos de buena fe para triunfar y superar los obstáculos que quedan en la lucha contra el fraude y la corrupción.

(Las opiniones expresadas en este artículo representan únicamente las del autor y no reflejan necesariamente las de las instituciones y fuentes citadas.)(Las opiniones expresadas en este artículo representan únicamente las del autor y no reflejan necesariamente las de las instituciones y fuentes citadas.)

  1.  Kellaghan, T.; Greaney, V.; Murray, T. S.. 2016. Utilización de los resultados de una evaluación nacional del rendimiento académico (Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento; v. 5). Washington, DC: Banco Mundial.
  2.  APHRC. 2009. KENYA - Classroom Observation Study: Quality of Teaching and Learning in Primary Schools in Kenya, Cross-sectional survey in 6 districts in Kenya. 
  3. Ngware, M. 2013. Moving from evidence to policy and action. Can teacher quality help improve learning outcomes in Kenya. Briefing paper. APHRC.
  4. Ngware, M. et al. 2013. Quality and access to education in urban informal settlements in Kenya. Nairobi: APHRC.
  5. Ngware, M. et al. 2016. The Quality of education in Uganda: the case of Igana and Mayuge districts. Nairobi: APHRC.
  6. Ngware, M. et al. 2016. "Moderated effects of risky behavior on academic performance among adolescent girls living in urban slums of Kenya". In: Cogent Education, 3(1), 1234989.

 

Añadir a favoritos