La violencia de género como barrera para el aprendizaje

Escrito el 01 Mar 17 por Catherine Honeyman
Género

 

La violencia de género en las escuelas representa un gran obstáculo para el aprendizaje en muchos países. En este artículo analizamos un examen recientemente publicado sobre las investigaciones realizadas sobre este tema a nivel mundial y la publicación de una guía global para abordar la violencia de género en la escuela, así como otros recursos.

La violencia de género en la escuela (VGE) es una expresión que abarca diferentes formas de violencia (psicológica, física y sexual) ejercida contra niños y niñas dentro y alrededor de las escuelas. El Grupo de Trabajo Mundial para erradicar la VGE estima que 246 millones de estudiantes hacen frente cada año a estas formas de violencia que afectan gravemente a su aprendizaje y a su bienestar general.

En 2016 se publicaron dos importantes documentos sobre el tema de la violencia de género en la escuela: Un examen riguroso de los resultados de las investigaciones a nivel mundial sobre políticas y prácticas relativas a la violencia de género en las escuelas, de la UNICEF y de la Alianza Mundial para la Educación (AME) entre otros colaboradores y la Guía global para abordar la violencia de género en la escuela de la  UNESCO y de la ONU Mujeres. A continuación ofrecemos un resumen de los elementos más destacados de cada informe a aquellos planificadores educativos que confían en que pueden mejorar los resultados de aprendizaje mediante la superación de las barreras que impone la violencia en las escuelas.

Un examen riguroso  de los resultados de las investigaciones a nivel mundial sobre la VGE

Este examen de la situación mundial, basado en un análisis general de 670 estudios y en un análisis en profundidad de los 49 más relevantes, ha encontrado varios métodos que están ofreciendo resultados prometedores al abordar la VGE. Los planificadores educativos que trabajan en el abordaje de los temas de violencia sexual entre los estudiantes deberían estudiar la posibilidad de promover clubs para concienciar de forma separada a niños y niñas sobre estas cuestiones, y realizar luego reflexiones conjuntas entre ellos. No obstante, es necesario elaborar detenidamente estrategias con el fin de conseguir la institucionalización y sostenibilidad de estos métodos. Este trabajo no está limitado necesariamente a los estudiantes. El personal de las escuelas, los padres y otros miembros de la comunidad pueden ser también miembros fundamentales de este esfuerzo colectivo, sobre todo confrontando a hombres y niños con las normas acerca de la masculinidad y las relaciones.

La mejor forma de abordar otros aspectos de la violencia entre iguales como, por ejemplo, el comportamiento de las bandas y el acoso escolar, es mediante estrategias holísticas que abarquen a toda la escuela o la comunidad circundante. Asimismo, aunque la formación directa puede influir en las prácticas docentes de la violencia de género, las estrategias escolares globales parecen ser más eficaces cuando utilizan métodos que incorporan a estudiantes y líderes escolares para que, junto con los docentes, desarrollen nuevas normas y protocolos.

En general, este examen ha detectado que aunque las políticas nacionales están prestando cada vez más atención a la VGE, no ha habido hasta ahora una continuidad suficiente como para poder evaluar cuál ha sido el impacto de estos esfuerzos. Además de mejorar el monitoreo, la evaluación y el análisis, es necesario contar con planes de acción, directrices, recursos y formación más claros para promover una implementación eficaz. Además, es necesario establecer colaboraciones más fuertes con otros actores clave, como los sectores médico, legal y de protección social, las instituciones de formación docente y los sindicatos de enseñanza, así como con los funcionarios de educación locales. Haga clic en este enlace para leer el estudio completo.

Guía global para abordar la VGE

Este documento de orientación sobre las estrategias para abordar la VGE comienza con una apremiante llamada a la acción a los gobiernos, responsables educativos, docentes, profesionales y agentes de la sociedad civil, y  exponiendo a continuación herramientas y métodos prácticos para abordar el problema, tomando como referencia experiencias de todo el mundo. Esta guía se encuentra organizada alrededor de seis áreas de acción: leyes y políticas, el entorno escolar, la prevención mediante la docencia y el aprendizaje, las respuestas a la violencia dentro y alrededor de las escuelas, las colaboraciones con los agentes y actores más importantes, y la cuestión de cómo monitorear y evaluar los esfuerzos para abordar la VGE.

En cada uno de estos temas se ofrece una orientación práctica específica sobre las acciones concretas que se pueden llevar a cabo y ofrece ejemplos sobre qué acciones se han implementado en diferentes contextos de todo el mundo. Aunque no es posible ofrecer aquí un amplio resumen, dos ejemplos pueden ayudarnos a explicar la estrategia. Una de las áreas legales y de política educativa que se aborda es, por ejemplo, la de los sistemas de protección infantil. La guía ofrece un breve resumen sobre lo que supone un sistema de protección infantil, y la acción práctica sugerida es "garantizar que los sistemas de protección infantil incluyan la VGE". Se presenta una selección de experiencias de varios países como Ruanda, Tanzania, Sierra Leona y Bután, para explicar que ésto solamente puede conseguirse utilizando sistemas y estrategias coordinadas que trabajen de manera intersectorial y en diferentes niveles.

Como segundo ejemplo, la guía aborda también el tema de los métodos curriculares como sistema para prevenir la violencia y promover la igualdad de género. Las acciones prácticas sugeridas incluyen puntos específicos relativos a la planificación del desarrollo curricular, la determinación de los contenidos a incluir, la orientación sobre cómo puede implementarse el currículum y sugerencias para realizar experiencias piloto y análisis. Una sección se centra también específicamente en los "puntos de partida" existentes en el currículum actual y que pueden utilizarse para introducir nuevos materiales sobre la VGE. Estos puntos de partida son, por ejemplo los programas de educación sexual integral existentes, la educación sobre conocimientos y habilidades para la vida, y los temas relativos a la igualdad de género. Se ofrecen ejemplos específicos de países para cada estrategia como Uganda, Brasil, Canadá, Estados Unidos, la Región Administrativa Especial de Hong Kong, Australia y Venezuela, entre otros.

Con su enfoque eminentemente práctico y las numerosas herramientas y ejemplos que ofrece, estamos seguros que este documento va a ser inmensamente útil para los planificadores educativos y demás agentes y actores que trabajan en la lucha contra la violencia de género en las escuelas. Haga clic en este enlace para leer la guía completa.

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