Capacidades no innatas que se pueden aprender y transmitir y que tienen beneficios económicos o sociales, tanto para las personas como para sus sociedades.
Saavedra y Opfer (2012) sostienen que las y los estudiantes deben afinar sus habilidades y mejorar su aprendizaje sin demora, para poder enfrentarse a los constantes desafíos mundiales. Sin embargo, a pesar de que a nivel mundial se opina que las y los educandos precisan destrezas como el pensamiento crítico y la capacidad de comunicarse con eficacia, innovar y resolver problemas mediante la negociación y la cooperación, la pedagogía no se ha adaptado para enfrentarse a estos nuevos retos (UNESCO, 2015: 2).
Scott, C.L. 2015. El futuro del aprendizaje 3 ¿Qué tipo de pedagogías se necesitan para el siglo XXI? Investigación y Prospectiva en Educación UNESCO, París. [Documentos de Trabajo ERF, No. 15].