Lengua de instrucción

Escrito el 25 Mayo 15 por Catherine Honeyman
Idioma de enseñanza

 

¿Qué lengua o lenguas deberían utilizar los niños en la escuela en los primeros años de instrucción formal?

El multilingüismo es la situación más frecuente en un mundo en el que se hablan más de 6.000 lenguas en menos de 200 países. Los niños crecen en hogares en los que se habla una lengua (a veces más de una), sus padres pueden utilizar otra lengua en el trabajo o al hacer sus compras habituales, y los órganos de la administración pública pueden incluso utilizar una tercer lengua, o incluso más.

En estos contextos bilingües y multilingües, ¿cómo pueden las autoridades educativas decidir qué lengua ha de utilizarse para la instrucción? ¿Debería utilizarse una lengua local para garantizar que los niños puedan comprender realmente lo que se les está enseñando? ¿Debería utilizarse una lengua nacional o internacional para que los niños puedan tener acceso a oportunidades económicas y educativas más amplias? ¿Deberían combinarse ambos métodos?

Instrucción monolingüe en Francia

Francia tiene más de dos docenas de lenguas y dialectos regionales, siete de los cuales están reconocidos oficialmente. En los años 1880 el francés fue proclamado como única lengua de instrucción en las escuelas públicas. Hoy en día, con independencia de la primera lengua que hablen en casa, a la mayoría de los niños franceses que van a la escuela pública primaria se les enseña desde el primer día totalmente en francés, aunque desde hace poco se permite una instrucción bilingüe limitada.

Instrucción multilingüe en Papúa Nueva Guinea

De 1994 a 2012 las escuelas de Papúa Nueva Guinea implementaron un sistema de lenguas en tres fases. Durante los primeros tres años se enseñaba a los niños en su lengua materna local. El inglés oral se introducía a la finalización de este ciclo, después del cual los cursos 3 a 8 eran oficialmente bilingües, incrementándose cada año el porcentaje enseñado en inglés. En la escuela secundaria se enseñanza se impartía en un 100% en inglés. Para desarrollar esta política se crearon materiales en más de 400 lenguas locales. Sin embargo, más recientemente el sistema ha cambiado dirigiéndose a una introducción más temprana del inglés.

Aunque los estudios internacionales realizados señalan la importancia de enseñar primero en la lengua materna, en muchos países hay bastante polémica sobre este tema.

Algunos gobiernos han optado por la inmersión de todos los estudiantes en una lengua nacional o internacional común desde el inicio de la escuela formal (una política de lengua de instrucción monolingüe). Otros han tratado de adaptar sus sistemas educativos a las lenguas de regiones incluso comunidades concretas, comenzando con la docencia en lengua materna e introduciendo luego gradualmente una lengua nacional e internacional como segunda lengua de instrucción (denominada como instrucción bilingüe basada en la lengua materna)

Algunas de las cuestiones que los gobiernos analizan normalmente al elegir entre un sistema monolingüe o bilingüe son:

Educación monolingüe:

  • Educar a una población que compite a nivel global y conectada a nivel global
  • El accesp a los frutos de la ciencia y tecnología modernas
  • La simplificación del desarrollo curricular y de la formación de los docente en un contexto multilingüe
  • La reducción de conflictos étnicos, regionales o religiosos; la preservación de la unidad nacional

Educación bilingüe:

  • Velar para que todos los niños puedan acceder a la escuela y que comprender lo suficiente como para querer seguir acudiendo
  • Sentar las bases para la consecución de unos buenas resultados académicos, también en otras lenguas
  • Aumentar la participación de los padres en la educación de sus hijos,
  • La reducción de conflictos étnicos, regionales o religiosos; la preservación de la unidad nacional

El peso de estas y otras cuestiones ha sido ponderado de forma diferente y en diferentes contextos. Francia y Papúa Nueva Guinea representan dos interesantes contrastes sobre este tema.

Desde hace mucho tiempo el francés ha sido el único medio de instrucción en prácticamente todas las escuelas públicas francesas, a pesar de que en el país hay varias lenguas regionales y de las numerosas comunidades de inmigrantes existentes. Esta política monolingüe fue propuesta por primera vez en 1794 durante la Revolución Francesa, como medio para garantizar que todos los ciudadanos franceses pudieran participar en la nueva República. No obstante, las protestas contra esta política han sido constantes, especialmente en los años 1950. Durante este periodo de tiempo la normativa legal se ha ido flexibilizando gradualmente permitiendo la enseñanza de lenguas regionales y minoritarias en las escuelas públicas, aunque durante un número limitado de horas a la semana.

Por otro lado, en Papúa Nueva Guinea se han utilizado más de 400 leguas locales para la instrucción inicial en la lengua materna. A petición popular, en 1986 el gobierno comenzó a apoyar públicamente la instrucción bilingüe basada en la lengua materna con políticas tales como el apoyo a los talleres de desarrollo lingüístico, la elaboración de materiales locales, la selección de graduados locales para convertirse en docentes de primaria y un sistema de formación de docentes a distancia. Aun así, en los últimos años, parte de la opinión pública ha comenzado a sostener que los estudiantes no estaban aprendiendo eficazmente ni en su lengua materna ni en inglés. La previsión era que a partir del año escolar 2013 las escuelas de primaria comenzaran a utilizar el inglés como lengua de instrucción, enseñándose la lengua materna únicamente como materia.

Las políticas sobre la lengua de instrucción han seguido siendo polémicas tanto en Francia como en Papúa Nueva Guinea. Haga clic a continuación en cronologías si quiere saber cómo estos dos países han ponderado los pros y los contras de la educación monolingüe frente a la educación bilingüe a lo largo del tiempo.

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