¿Cómo pueden las encuestas influir en las políticas para reducir el déficit de aprendizaje provocado por el acoso escolar?

Escrito el 09 Oct 17 por Máiréad Dunne, Marcos Delprato, Kwame Akyeampong
Barreras sociales a la educación

 

Las encuestas sobre el aprendizaje como, por ejemplo, el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE) nos permiten examinar el impacto del acoso escolar sobre los resultados del aprendizaje en Latinoamérica.  Hay que destacar que la amplia información sobre los factores familiares, escolares y relativos al entorno que ofrecen las encuestas sobre el aprendizaje puede servir, si se analiza adecuadamente, para orientar políticas eficaces dirigidas a minimizar los efectos negativos del acoso escolar sobre el aprendizaje, así como para comparar lo que funciona para cada país dentro de la región latinoamericana. 

Se sabe que el acoso escolar reduce significativamente el rendimiento de los estudiantes y que tiene otras consecuencias negativas a largo plazo, lo que lo convierte en un problema social y económico particularmente importante en todo el mundo. Los estudios que utilizan la Encuesta sobre la Conducta sobre Salud de los Jóvenes en Edad Escolar (HBSC) y la Encuesta Mundial de Salud Escolar (GSHS), estiman que un 30% de los adolescentes de cinco regiones formadas por 72 países sufren acoso escolar. Ante la importancia que tiene la mejora de la calidad del aprendizaje en las escuelas dentro de la agenda del desarrollo para después del 2015 resulta más urgente que nunca que las regiones menos desarrolladas hagan frente a este tema.

En este escenario, hemos publicado recientemente un artículo en la Revista Interamericana de Desarrollo Educativo en el que recogemos nuevas evidencias que demuestran la relación que existe entre el acoso escolar y las calificaciones escolares así como los resultados no-cognitivos de los estudiantes de sexto grado de 15 países latinoamericanos a los que se ha realizado la encuesta sobre el aprendizaje del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE) de 2013.

¿Qué ideas puede ofrecer TERCE?

TERCE permite realizar un análisis más detallado y comparativo de la relación entre la violencia escolar y el aprendizaje en la región latinoamericana:

  • distinguiendo por tipo de acoso escolar: físico o psicológico.
  • examinando en qué medida el acoso escolar afecta a la adquisición de los resultados no cognitivos como, por ejemplo, el sentido de pertenencia a la escuela de los estudiantes, el estudio en el hogar y la socialización.
  • utilizando técnicas adecuadas:
  1. para averiguar si el efecto del acoso escolar afecta comparativamente más a alumnos de rendimiento bajo, medio o alto y si las políticas son más eficaces para uno de estos grupos de estudiantes. 
  2. para averiguar qué políticas ayudan a reducir el efecto negativo del acoso escolar, así como qué características del entorno y de la escuela son útiles para detectar a la escuela más problemática de cada país después de comparar a estudiantes con el mismo perfil.

¿Con qué escenario nos encontramos?

Nuestra conclusión es que las cifras que reflejan cómo afecta el acoso escolar al rendimiento académico varían considerablemente dependiendo de los países latinoamericanos. Las estimaciones sugieren que en matemáticas los estudiantes acosados consiguen entre 9,5 y 18,4 puntos menos de puntuación que sus compañeros no acosados, y en lectura entre 5,8 y 19,4 puntos menos (Figura 1).[1]

Figura 1. Impacto del acoso escolar en las calificaciones escolares (estimaciones de coincidencia)

Impacto del acoso escolar en las calificaciones escolares (estimaciones de coincidencia)

También hemos visto que tanto el acoso físico como el psicológico son igual de dañinos para el aprendizaje (figura 2), de forma tal que el acoso psicológico es un importante determinante que explica el bajo nivel de socialización entre los estudiantes (figura 3). No obstante, cabe repetir de nuevo que estos efectos varían significativamente dependiendo de los países.

Figura 2. Impacto de los tipos de acoso escolar en las calificaciones escolares (estimaciones de coincidencia)

Impacto de los tipos de acoso escolar en las calificaciones escolares (estimaciones de coincidencia)

Figura 3. Impacto del acoso escolar en los resultados no cognitivos (estimaciones de coincidencia)

Impacto del acoso escolar en los resultados no cognitivos (estimaciones de coincidencia)

Al analizar el papel de las políticas escolares para minimizar el efecto del acoso escolar sobre el aprendizaje [2] hemos visto que:

  • En líneas generales, existe un desequilibrio entre algunas de las políticas aplicadas dentro de la escuela (por ejemplo, sobre las competencias de los docentes). Si embargo, medidas muy sencillas como la asignación de docentes mujeres a las áreas más problemáticas puede tener efectos positivos de amplio alcance en diferentes países. Por lo tanto, sería recomendable que los programas y políticas sobre violencia escolar de la región latinoamericana aumentasen la contratación y promovieran la retención de educadoras femeninas (véase el diagrama 1 y la tabla 1 en el apéndice).
  • Las políticas sobre la violencia en las escuelas deberían presentarse en función de los niveles de rendimiento de los estudiantes para potenciar así su eficacia (es decir, los estudiantes de alto rendimiento en el caso de matemáticas y los estudiantes de bajo rendimiento en lectura).

Diagrama 1. Efectos de los factores/políticas sobre el déficit de aprendizaje provocado por el acoso escolar

Efectos de los factores/políticas sobre el déficit de aprendizaje provocado por el acoso escolar

 

   

Implicaciones para las políticas educativas

Nuestro análisis apunta también a dos claras implicaciones de la política educativa. La primera, centrar esta política en los estudiantes de hogares que reciben transferencias condicionales de dinero o en los estudiantes que viven en comunidades violentas serviría posiblemente para eliminar el efecto del acoso escolar sobre el aprendizaje en la mitad de los países de la región latinoamericana (véase la tabla 2). Una iniciativa aún mejor sería dirigirse a los entornos sociales más próximos a los estudiantes (y a sus familias) incorporando estrategias antiacoso escolar dentro de los programas sociales, ya que esto puede tener efectos multiplicadores.

La segunda implicación es que los programas de formación docente parecen estar desconectados del fenómeno de la violencia escolar.  Sin embargo, los programas escolares que van más allá de los factores escolares internos y que se centran en alimentar y promover el capital social de la comunidad escolar tienen una gran fuerza, en particular los programas culturales.

Las necesidades de mayor reconocimiento de algunos estudiantes podrían deberse en parte a los efectos del acoso escolar.  Hay que sensibilizar a los docentes sobre este impacto y formarles en la detección de aquellos estudiantes que sufren de acoso escolar para que reciban el apoyo necesario.

El ambicioso mensaje de este blog va dirigido a los responsables de política educativa, así como aquellas personas que trabajan con poblaciones desfavorecidas de estudiantes en la región latinoamericana para que diseñen políticas sobre cómo atajar el acoso escolar utilizando las evidencias empíricas sobre datos del aprendizaje como las que ofrece el TERCE. De esta forma, las futuras políticas contra el acoso escolar podrían tener más posibilidades de atajar de manera eficaz el problema y mejorar los resultados del aprendizaje de los estudiantes más vulnerables y desfavorecidos de Latinoamérica.

Apéndice

* p < 0.10, **p < 0.05, ***p < 0.01.

* p < 0.10, **p < 0.05, ***p < 0.01.


[1] El acrónimo WS hace referencia a la estimación de toda la muestra en todas las cifras.

[2] Para más información véase la sección 4.4 de nuestro artículo

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