Cómo afecta la crisis de aprendizaje a los niños

Estamos lejos de alcanzar el compromiso del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4, que para 2030, todos los niños y niñas estarán escolarizados y aprendiendo.

Una nueva publicación de la UNESCO, “No dejar a ningún niño o niña atrás: informe mundial sobre la desvinculación de la educación de los niños”, revela que, en muchos países, los niños corren mayor riesgo de repetir grados por no poder completar los diferentes niveles educativos y por obtener resultados de aprendizaje más bajos. Al inicio del milenio, las desventajas de los niños, era más notable en contextos de ingresos medio altos, esto ha cambiado, y ahora se incluyen varios países de ingresos medio bajos y bajos. Es en la educación secundaria donde la desventaja es más común.

Los niños obtienen resultados de aprendizaje más bajos en lectura

En 57 países con datos sobre pobreza de aprendizaje (no poder leer y entender un texto simple a los 10 años de edad), los niños de 10 años tienen más problemas en el dominio de la lectura, que las niñas, y también los adolescentes varones siguen quedándose atrás en cuanto a habilidades de lectura a nivel de secundaria. Las diferencias en las habilidades de lectura, inician a temprana edad. Aunque los datos de aprendizaje son limitados para los primeros grados; en 23 de 25 países que disponen de datos sobre esta competencia en 2º y 3º grado, la proporción de niñas alcanzando un dominio de lectura era superior a la de los niños. Las diferencias más sobresalientes se encontraron en Jamaica, Kenia, Kiribati y Lesoto (vea el gráfico 1). En cuanto a matemáticas, a inicios del milenio, la brecha de género que antes iba en contra de las niñas, ahora se ha reducido o igualado con los niños en la mitad de los países con datos.

Además, la ronda más reciente de la Encuesta de Competencia de Adultos (PIACC), de la OCDE, muestra que, en 32 países, las diferencias de género en habilidades numéricas, no son especialmente notables entre los jóvenes de 25 años. Esto refleja una mayor igualdad de oportunidades educativas durante las últimas dos décadas. Sin embargo, entre los adultos de más edad, las diferencias de éxito en la educación y las preferencias profesionales y los resultados del mercado laboral en función del género, en parte pueden explicar las disparidades de alfabetización y competencia numérica a costa de las mujeres de más edad, especialmente la numérica.

Las normas y expectativas de género, así como las prácticas en las escuelas impactan el aprendizaje de los niños

Las normas y expectativas de género influyen en la motivación de los niños y en el deseo de aprender. En muchos contextos, las actividades escolares y ciertas materias se consideran contradictorias a las expresiones de masculinidad. Esto hace que la educación no sea popular entre los niños, e incide negativamente en su rendimiento. También, en muchos países, se espera que los niños contribuyan al ingreso familiar, dejándolos con mucho menos tiempo para aprender. En Lesoto, un varón de 15 años de edad fue entrevistado para un informe de la UNESCO, y dijo:

Mis padres me dicen que vaya a buscar ganado perdido, a veces regreso tarde y no tengo oportunidad de leer.

Un director de una escuela de Fiji, informó:

Los padres siempre ven a sus hijos varones como una 'fuente de ingreso' y hasta los motivan para que tengan trabajos ocasionales o durante las vacaciones para ganar “dinero de bolsillo”. Aunque ven esta actividad como un símbolo de madurez y responsabilidad, lleva a los niños a estar en desventaja, ya que pierden el interés por el trabajo escolar.

Prácticas como la transmisión de las clases y la segregación de géneros contribuye a la baja motivación, bajo rendimiento y abandono escolar de los niños. Una disciplina severa, castigos corporales y otras formas de violencia escolar relacionadas al género, impactan negativamente al logro y desempeño   académico. Un estudiante masculino de secundaria de un país de los Emiratos Árabes dijo:

Todavía recuerdo los golpes. En 5º grado, tenía un profesor, que por alguna razón me odiaba, e hizo que yo odiara estudiar. Como resultado, me volví testarudo, y me rehusé a estudiar.

Los niños son más propensos que las niñas, a experimentar el acoso físico, y con frecuencia son el objetivo por su orientación sexual, verdadera o percibida, y por su identidad o expresión de género. Las experiencias y el miedo a la violencia obstaculizan los procesos y los resultados de aprendizaje de los estudiantes, y pueden ocasionar un alto ausentismo y contribuir al abandono escolar. 

Los resultados de aprendizaje deben mejorar para todos

Si bien las oportunidades educativas de las niñas, sigue siendo de suma importancia globalmente, para lograr una igualdad de género en y a través de la educación, este enfoque para lograr paridad de género, también requiere prestar atención a los niños.

El informe de la UNESCO, hace ciertas recomendaciones sobre cómo mejorar los resultados de aprendizaje de los niños:

• Monitorear el desempeño escolar de los estudiantes, y dar seguimiento a los estudiantes y padres de familia si es necesario.
• Crear ambientes de aprendizaje inclusivos y transformadores del género, que aborden todas las necesidades de los estudiantes. Esto incluye la formación docente en pedagogías transformadoras del género, que permiten desafiar las normativas rígidas de género y elaborar planes de estudio, materiales de enseñanza y aprendizaje que sean transformadores del género, incluyentes y libres de estereotipos.
• Promover una cultura de aprendizaje positiva que estimula los intereses de todos los estudiantes. Esto incluye que los maestros sean justos y tengan altas expectativas de todos los estudiantes, y que ofrezcan retroalimentación constructiva a los estudiantes, construyendo relaciones de maestro/estudiante de alta calidad.
• Prohibir el castigo corporal en la escuela; introducir, difundir y reforzar códigos de conducta para profesores y alumnos y ofrecer formación a los maestros sobre disciplinas positivas no violentas, así como mecanismos de seguimientos efectivos y de respuesta.
• Eliminar la transmisión de clases y reducir las prácticas de segregación de géneros.
• Desarrollar y hacer uso eficaz de estrategias de pedagogía para desarrollar las competencias de lectura de los niños.
• Prevenir y responder a todas las formas de violencia escolar basadas en géneros, a través de leyes, orientación política, formación docente, enfoques escolares integrales, intervenciones comunitarias, mecanismos de seguimientos sólidos, y de información.
• Ofrecer actividades extracurriculares que mantengan a los niños interesados en el ambiente escolar y desarrollar habilidades sociales y transferibles.
• Recolectar y publicar datos desglosados por sexo, y características interrelacionadas para comprender mejor la participación educativa de los niños, progreso y resultados de aprendizaje, incluyendo a los más marginados. Utilizar estos datos para fundamentar las políticas y los programas.

Abordar el abandono y desventajas escolares de los niños, no es un juego de suma cero. Beneficia tanto a niños como a niñas y a la sociedad entera. La educación debe mejorar para los estudiantes masculinos, femeninos y no binarios, sin dejar a nadie atrás.