El precio del derecho a la educación: cuánto costará alcanzar nuevas metas en 2030

En este documento se demuestra que falta una financiación anual de 39.000 millones de dólares estadounidenses para lograr la educación universal preprimaria, primaria y secundaria de buena calidad en los países de ingresos bajos y medianos durante el período 2015-2030. A continuación se resumen los principales resultados del análisis del Informe de Seguimiento de la EPT en el Mundo en cuanto al costo del logro de las metas clave de la agenda de la educación para después de 2015: • Se prevé que el costo anual total del logro de la educación universal preprimaria, primaria y secundaria en los países de ingresos bajos y medianos pasará en promedio de 149.000 millones de dólares estadounidenses en 2012 a 340.000 millones entre 2015 y 2030. El costo total en los países de ingresos bajos se triplicará con creces. El aumento previsto refleja una combinación de factores como un mayor número de educandos y un mayor gasto por educando para mejorar la calidad y combatir la marginación. • Para mejorar la calidad de la educación como se ha previsto en la agenda para después de 2015 es preciso aumentar sustancialmente el gasto por educando. Por ejemplo, los países de bajos ingresos tendrán que aumentar de 70 dólares a 197 dólares en 2030 el gasto por alumno de escuela primaria. • El gasto público en educación en los países de bajos ingresos, con exclusión de la educación pos secundaria, tendrá que aumentar en un 50%, como proporción del Producto Interno Bruto (PIB), entre 2012 y 2030. Aun así, los recursos nacionales no serán suficientes para alcanzar en 2030 las metas clave de la educación. • Se calcula que entre 2015 y 2030 la brecha financiera anual total entre los recursos nacionales disponibles y la cantidad necesaria para alcanzar las nuevas metas de la educación llegará a 39.000 millones de dólares en promedio. El déficit es particularmente grave en los países de ingresos bajos, donde constituye el 42% de los costos anuales totales. • Por consiguiente, para alcanzar las metas la ayuda tendrá que seguir siendo una fuente decisiva de la financiación de la educación en los próximos 15 años. En los países de ingresos bajos y medianos, la ayuda de los donantes para la educación preprimaria, primaria y secundaria deberá ser al menos seis veces superior.