El estudio ERCE 2019 y los niveles de aprendizaje en ciencias: ¿Qué nos dicen y cómo usarlos para mejorar los aprendizajes de los estudiantes?

Desarrollar habilidades científicas que permitan una vida sustentable es de gran importancia, no solo en el ámbito escolar, sino para la vida ciudadana y en comunidad, en un planeta cada vez más devastado por las acciones humanas. Las ciencias permiten actuar sobre uno mismo e interactuar con el medio ambiente y con los otros de manera informada y responsable. Aprender ciencias implica desarrollar habilidades, actitudes y conocimientos que sirvan para la toma de decisiones diaria, por ejemplo, en el cuidado de la salud, la comprensión de los ciclos biogeoquímicos, la conservación de la biodiversidad, el uso eficiente de la energía y recursos de la Tierra. Estos propósitos se integran con las metas globales de la Agenda 2030 sobre educación de calidad. Anteriormente se pensaba que las ciencias en la escuela eran para generar vocaciones científicas. En cambio, hoy en día se entiende que aprender ciencias es parte del desarrollo integral de las personas; por lo tanto, acceder en igualdad de oportunidades a una educación científica inclusiva, que permita resolver problemas, cuidar de uno mismo y el entorno, es un derecho. En 2019 se aplicó una prueba de Ciencias a estudiantes de América Latina y el Caribe de 6° grado, como parte del cuarto Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE), iniciativa liderada por el LLECE. El instrumento se basó en el análisis curricular de los países participantes, producto del cual surgieron los siguientes dominios conceptuales: cuerpo humano y salud; seres vivos, ecología y medio ambiente; ciencia, tecnología y sociedad; la Tierra y el sistema solar, y energía y materia. Una ventaja del instrumento es que es comparable con la prueba efectuada en la tercera versión del estudio, que se aplicó en 2009. Los resultados comparativos generales entre ambas aplicaciones muestran que en Ciencias estos se mantienen bastante estables. Sin embargo, específicamente se encontró que un grupo de países lograron subir de nivel a la mayoría de sus estudiantes, mientras otros se mantuvieron o bajaron entre una prueba y otra. Este documento propone estrategias globales y específicas para el aula que pueden ayudar a promover el aprendizaje de las ciencias en la educación básica, con el propósito de lograr mayor equidad en los aprendizajes en la región de América Latina y el Caribe en esta área clave.